miércoles, 28 de diciembre de 2011

UN DÍA

Un día mis desesperanzas se van a terminar. Llegaré hasta la cima de la montaña y respiraré profundo. Me reiré de las sanguijuelas que me dejaron casi sin sangre, de los parientes que me despreciaron y de quienes me soltaron la mano. Pero peacefully sin revanchas.-

EL REMEDIO GENERAL

Para cada pecado existe una determinada rectificación. Para reparar el daño espiritual causado por determinado pecado, es necesario aplicar el remedio apropiado para esa transgresión. La tarea de rectificar individualmente cada una de las transgresiones es algo que supera nuestras posibilidades. Pero y tal como enseñó el Rebe Najmán, existe una rectificación general. El Remedio General tiene el poder de rectificar todos los pecados (Likutey Moharan I, 29:4).

Este Remedio General está compuesto por las Diez Clases de Canciones.
Cualesquiera diez Salmos del Libro de los Salmos incluyen las Diez
Clases de Canciones, pero los diez Salmos prescriptos de manera específica para la rectificación de la emisión de semen en vano son los que se conocen como el Remedio General.
Estos son:

16; 32; 41; 42; 59; 77; 90; 105; 137; 150.

LOS DIEZ SALMOS

Enseña el Rebe Najmán: Los Salmos (Tehilim), los Diez Tipos de Canciones, tienen el poder de anular la klipa (la impureza) del Otro Lado. La impurificación más destructiva es la simiente malgastada, causada por la klipá conocida como Lilit. Los Salmos tienen el poder de derrotar esa impureza y rectificarla, como lo indica el hecho de que TeHILiM, tiene el mismo valor numérico que LILIT, (más cinco, correspondiente a las cinco
letras del nombre) (Likutey Moharan I, 205).

ESPERANDO

por ahora espero ..quizá mañana me resuelva todo un milagro. Un milagrito aunqué sea. D_os me dió todo. Mas no le puedo pedir. Pero ..un milagro ..uno más y no invoco al Cielo por nimiedades, no juro en vano, nada que ofenda al Supremo.

martes, 27 de diciembre de 2011

RENACIENDO

El Príncipe de She dijo a Confucio: "En nuestra tierra hay hombres muy honrados. Si el padre le ha robado a alguien un cordero, el hijo testimonia en su contra". Y entonces dijo Confucio: "En nuestra tierra los honrados son de otra manera. El padre encubre al hijo, el hijo encubre al padre. Ahí radica su honradez"